miércoles, 28 de diciembre de 2011

Balance 2011.

Como venimos haciendo desde hace un tiempo, esta vez –otra vez- pensé en hacer un balance del año que está terminando. Analizando todo y cuánto pasó, llegué a una conclusión inevitable: ¿qué importan los avatares circunstanciales de esta actividad cuando lo realmente trascendente fueron las partidas de dos amigos/autores muy importantes de esta editorial?

Los fallecimientos de Carlos Trillo y de Solano López fueron dos mazazos que aún hoy, meses después, no dejan de sentirse.
Ambos, importantes piezas del armado de nuestro catálogo, fueron además –en diferentes épocas y circunstancias- trascendentalmente claves para mí en relación a mi desarrollo como editor.

Allá por 1994, fue Carlos Trillo quién me animó a dejar mi otro trabajo para dedicarme en un 100% a la editorial. Habiendo empezado en 1989 (al igual que muchos colegas), todavía 5 años después mantenía mi trabajo además de intentar con la editorial… Carlos me prohijó y me incentivó a tomar el riesgo, y a partir de ahí tuvimos juntos una librería especializada, armamos un sello editorial nuevo y gracias a su actitud y atinados consejos, puede finalmente consolidar esta editorial que aún hoy sigue su marcha. 
Por suerte, tuvimos una amistad que trascendió el trabajo y hasta hicimos algunos viajes juntos (recuerdo vívidamente haber conocido Roma con él), incluso, llegamos a viajar especialmente hasta Mendoza sólo para festejar el cumpleaños de Juan Giménez… En fin...
Carlos, también, me acompañó y aconsejó cuando me separé de la mamá de mi hijo... Era un tipazo. Tengo más de un recuerdo y muchas, pero muchas anécdotas que me guardo para mí.
Últimamente, nos juntábamos para comer y discutir un tema que a ambos nos apasionaba: descular una manera lógica y posible de mejorar y transparentar la gestión editorial y la relación entre autores y editores.
Como dejar de lado la “queja permanente” y ponernos, juntos autores y editores, a trabajar para mejorar nuestra relación que es, sin dudas, lo que define y demarca nuestro ambiente de trabajo…
En eso estábamos cuando inesperadamente se fue…

Más tarde, a principio del nuevo siglo, fue Solano quién me dio la oportunidad más importante que haya tenido: editar El Eternauta. Primero, con la exitosa experiencia de El Regreso, y más tarde –al finalizar el contrato con Clarín- las dos obras clásicas que hizo con Oesterheld.
Con Solano –aún con una considerable diferencia de edad entre ambos- logramos construir una relación de mucha confianza y afecto mutuo. Más de una vez me consultó sobre ofrecimientos editoriales, ya que siempre se mostró interesado en mis análisis teóricos. Me decía que yo tenía “una mirada diferente”.
Nos hemos reído mucho juntos y siempre, pero siempre, había una ocasión para hablar del tema que más nos unía y nos parecía excluyente: las mujeres.
Con él viajamos juntos al Perú y más de una vez nos íbamos a comer para hablar de cualquier cosa menos de trabajo. O sea, rara vez hablábamos de historieta. El Viejo era un fenómeno.

En fin, al lado de esto, poco importa si el distribuidor tal, la librería cual o la obra tal anduvieron bien o mal. Mejor mirar para adelante y confirmar que es inminente la salida de El Eternauta edición Vintage, con las 369 páginas aparecidas en Hora Cero Semanal, completa con sus encabezados y las viñetas omitidas en la versión para libro que conocemos; las publicidades, etc…
Que seguimos trabajando en un libro nuevo de Gilgamesh de Lucho Olivera, en la primera versión COMPLETA de la Guerra de los Antartes de Oesterheld (que dibujó Napoo en la revista 2001, anterior a la versión que dibujó Trigo y que quedó incompleta). La historieta más pop que haya hecho Oesterheld, merced a unos dibujos bien setentas.
Y las historietas de Lalia y Ferrari con variaciones sobre los clásicos La Máquina del Tiempo, La Isla del Dr. Moreau, De la Tierra a la Luna y El Otro Dr. Hyde, y más historietas a color de Alberto Breccia y Carlos Trillo.
Y claro, La Resistencia, adaptación en historieta de Solano López sobre la novela de El Eternauta que escribió Oesterheld en 1962, con dibujos de Carlos Barocelli y a la cual le estamos realizando un final…

Así es, entonces, le decimos chau! a un año bien triste y miramos para adelante.
Un gran GRACIAS a los amigos y la seguimos en el 2012.

Javier Doeyo

(Tapa "stencilera" -diseño de Germán D'Agostino- para la nueva edición Vintage de El Eternauta)

(Dibujo de Lucho Olivera para el nuevo libro de Gilgamesh)

(¡Guerra de los Antartes!, pop oesterheliano de los 70. Con final y todo...)

(Más allá de los clásicos: Lalia y Ferrari dan su visión de La Máquina del Tiempo y otras obras)

(La espera valió la pena: este año 2012 publicaremos La Resistencia)

lunes, 19 de diciembre de 2011

+ Biblioteca MP de Novela Gráfica: Sasha Despierta


Sasha despierta.
Miranda Vidal parece que no puede…
Sasha vive de noche, tiene un amante chino y viste botas de cuero, minifalda y musculosa.
Miranda trabaja, va a la psicóloga y calza unas prolijas chatitas.
Sasha, por las noches, filma snuff movies en un estudio de cine clandestino de la Villa 31.
Miranda, siempre de día, dibuja una historieta para chicos y se mueve por Palermo y el Barrio Chino.

¿Qué pasaría si estas dos mujeres se encontraran?
¿Y si además fueran la misma persona?

Sobre esta premisa es que Carlos Trillo y Lucas Varela construyeron la historia de Sasha/Miranda. La última historia que hicieron juntos, que se publicó en entregas en la revista Fierro y que aquí se ofrece por primera vez para leer “de un tirón”.
Con un detallado prólogo de Lautaro Ortiz (escritor y jefe de redacción de Fierro), y un bonus inédito:
el plot y las primeras (y únicas) ocho páginas de Los Lindos, obra que lamentablemente quedó en su etapa inicial.

Esta semana comienza la distribución en las mejores librerías y todas las casas de comics.
La historia completa en 96 páginas a color por apenas $ 55.-
No se lo pierdan.

(Arriba, página de Sasha Despierta, y abajo, 
una de las pocas páginas dibujadas del proyecto inconcluso de Los Lindos)